El langostino es uno de los mariscos más consumidos por su gran sabor y tersa carne, junto a las gambas. Es un crustáceo de diez patas, de caparazón semiduro y de color rosado. Se diferencia de la gamba por un mayor tamaño, que llega a alcanzar los 20 centímetros. Los minerales más representativos aportados por los langostinos son el hierro, el fósforo y el yodo. Característico de la costa mediterránea, es muy típico comerlos cocidos en compañía de alguna salsa (rosa, mayonesa, bearnesa, americana) o la plancha aunque también están presentes, como un ingrediente más, en multitud de platos elaborados.