Los brotes de canónigos son una verdura de sabor suave, con un ligero toque ácido que recuerda a frutos secos como la nuez o la avellana. Son una fuente de vitaminas y sales minerales muy beneficiosas para la salud. Lo más habitual es consumirlos crudos, como un ingrediente más de ensaladas o utilizarlos para adornar la guarnición de platos más elaborados. También se pueden rehogar, incorporar a tortillas o añadir al último hervor de algunas sopas.