El albaricoque es una fruta dulce y perfumada. Se consume principalmente como fruta fresca pero también se utiliza para fabricar compotas, mermeladas, zumos y los famosos «orejones» o albaricoques secos. Aunque realiza un modesto aporte energético comparado con otras frutas, destaca por la abundancia de fibra y su contenido en provitamina A (beta-caroteno) de acción antioxidante. España es un importante productor, especialmente las regiones de la cuenca mediterránea donde se inició su cultivo. Abundan en el mercado durante los meses anteriores al verano.