La carrillera de cerdo de raza Duroc es una carne jugosísima y de facilísimo corte. Se obtiene de la zona que rodea la mandíbula del animal. Su estructura gelatinosa, debido al contenido de colágeno que poseen, hacen de las carrilladas una carne ideal tanto para guisar como para preparar a la brasa, combinando a la perfección con infinidad de guarniciones y salsas. Aunque depende del animal, las carrilladas de cerdo suelen pesar alrededor de 200 gramos.