En función del color de su piel, las ciruelas pueden clasificarse en amarillas, rojas, negras y verdes. La ciruela claudia es la de piel verde y se caracteriza por su dulzor. Es un fruto de interesante valor alimenticio, pues entre sus componentes fundamentales se encuentran los azúcares e hidratos de carbono y es una buena fuente de vitamina C y E y fibra. En España destaca su cultivo en Aragón, en la zona mediterránea y en las provincias de Sevilla y Lérida.